Cómo estructurar tu web tanto para Google como para el usuario
Crear una página web que, de verdad, pueda dar buenos resultados y rendir es casi como construir una casa: no basta con quedarse con la fachada y con que la apariencia externa pueda resultar, más o menos, atractiva necesita de una sólida base (como los cimientos) La estructura recomendada para una web debe tener en cuenta dos principios básicos. El primero de ellos hace referencia a los buscadores donde Google, a día de hoy, es la estrella. El segundo se centra más en el usuario y en la experiencia que éste pueda tener. Veamos esto con algo más de detalle.
Empecemos por la parte que más afecta a los buscadores. Hay que tener en cuenta que estamos en un momento donde hay tal amalgama de páginas web en la Red que no se puede negar que hay que cumplir con las directrices de estos para no pasar desapercibidos ante los ojos de clientes o posibles clientes. Siendo así, éstas son las claves de una buena estructuración a tal efecto:
- Palabras clave. Esas que se suelen introducir en los buscadores con los conceptos más básicos de lo que se desea encontrar. Si queremos que Google y otros buscadores arrojen resultados en los que la web propia aparezca éstas han de aparecer pero, cuidado, lo han de hacer de la forma más natural posible y en un contexto, de nada sirve repetir las palabras clave que más puedan interesar sin ningún sentido. De hecho, en esta misa línea, no hay que olvidar que las redacciones con las que se cuente han de ser originales, ya que el plagio también es castigado a la hora de posicionar. Sino se está seguro de qué palabras clave pueden ayudar, echar un vistazo a la competencia no es mala idea.
- URLs relevantes. Porque guarden relación, amplíen la información y puedan resultar de interés. Todas aquellas que, simplemente, vayan a perjudicar el rastreo habrá que desecharlas.
- Enlaces internos. Aunque Google cuenta hasta con un manual para saber qué es lo que ‘le gusta’ y éste es bastante extenso los enlaces internos no pueden obviarse. La idea es que dentro de la misma página web la información fluya entre sí de una manera sencilla y cómoda para la persona que la visite.
En cuanto a la parte de la experiencia de usuario, algunos de los puntos a tener en cuenta son los siguientes:
- Claridad. Hay que poner a prueba la web propia y que una persona ajena de su opinión sobre cómo se maneja en ella. Si en los primeros minutos no tiene claro qué es lo que se ofrece y cómo acceder a ello es que algo está fallando. Las principales preguntas: el qué, dónde, para qué sirve… tienen que quedar contestadas casi desde el minuto uno.
- Intuitiva. O lo que es lo mismo en otras palabras, que cualquiera pueda navegad por dicha web sin tener que conocerla de antemano. Sencillamente tiene que fluir la información y que las ideas estén conectadas entre sí. Es aquí donde los enlaces internos cobran un gran interés.
- Mapa del sitio. Para que el usuario siempre se pueda situar y buscar información básica muy fácil, del tipo cómo llevar a cabo la compra, plazos de entrega, política de devolución y, por supuesto, contacto.
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