La era 2.0, ¿y el Marketing Offline?
Vivimos en una era en la que, los niños parece que nacen con un ordenador debajo del brazo, las redes sociales se encuentran a la última de todas las novedades, y la publicidad permanece las 24 horas del día a nuestro alrededor. En los últimos años, la comunicación, la publicidad y las estrategias de empresa han tenido que cambiar forzosamente, y el Marketing Digital ha invadido oficinas, hogares y centros comerciales.
El Marketing Digital ha abierto nuevos caminos, aunque en el fondo, los objetivos en comparación con el Marketing tradicional son los mismos: Darse a conocer, gustar, y esperar una venta.
El Marketing Digital, es el marketing del nuevo milenio, por eso destaca, se adelanta, y gana:
Inmediatez es el principal adjetivo que define este tipo de Marketing. Se propaga rápido, se obtienen respuestas inmediatas de nuestro público, y con todo esto, permite estar localizados y comunicados en diferentes países, y hasta en diversos continentes.
La búsqueda de información se realiza desde el lado del consumidor, y no del medio, por lo tanto, son los clientes los que buscan el vínculo con la empresa.
Hay un constante flujo de información y motorización, permitiendo que se conozcan las tendencias, modas, noticias y cambios en cualquier lugar y en cualquier momento. Y esta ventaja tiene doble vertiente, porque es beneficiosa tanto para los empresarios como para los clientes: Por un lado, las empresas están informados sobre lo que ocurre en el sector, mejorando continuamente contenidos, campañas, productos… Por otro lado, el cliente también se encuentra informado, y puede comparar informaciones online sobre las diferentes empresas, productos, competidores y opiniones.
Ventas 24horas. Y no hablamos de la tienda que vende pizza toda la noche. No. Hoy en día, tener un negocio Online, con Marketing Digital, da la oportunidad al consumidor de comprar a la hora del día que prefiera, porque no es necesaria la presencia física.
Pero hay algo que olvidamos, y es que al fin de cuentas somos humanos, y hemos nacido rodeados del marketing tradicional, por tanto ¿por qué dejarlo de lado?
Utilizarlo como complemento es una opción no buena, si no imprescindible, y solo necesitamos recordar una serie de cosas para entender por qué:
El contacto cara a cara. No hay nada como una sonrisa para convencer. Hablar directamente con el cliente, dar la mano, y sonreír aporta credibilidad, y, en consecuencia, una futura venta. Además, puedes aprovechar para repartir las famosas Tarjetas de Visita, tan tradicionales, pero tan útiles a la hora de hacer un contacto en cualquier momento o lugar.
La oportunidad de tocar el producto. Y no solo palpar el producto, si no sentir que el negocio existe por medio físico es importante para muchos clientes, genera seguridad y confianza, ya lo dice la famosa frase “ver para creer”. Si no tienes posibilidad de tener tienda física ni productos al alcance de todos, siempre puedes tener un catálogo, algunos vídeos explicativos, o incluso ofrecer muestras gratuitas.
¿Y qué opinas de los regalos promocionales tradicionales? Nunca está demás no solo mimar a los clientes, si no a los propios trabajadores y socios de la empresa, puesto que son una gran fuente de publicidad. Carpetas corporativas, bolígrafos, calendarios, marca páginas… ese tipo de materiales, que son útiles y que, con un pequeño logotipo ya formarán parte de la estrategia de marketing de la empresa, sin tener que invertir mucho dinero en ello, y encima sacando una sonrisa a las personas
Por tanto, recuerda, aunque nos encontramos en una era 2.0, hay ciertas prácticas tradicionales que no se deben dejar a un lado. Aprovechar lo mejor de cada uno, sumando sinergias, hará que tu estrategia de Marketing y comunicación sea lo más completa posible, y llegarás a todo tipo de consumidores, mejorando y ampliando la cartera de clientes, y aportando confianza en tus productos y servicios.
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